Ángel Luis Vigaray (1951-2009) fue poeta, director de la excepcional colección Signos de Huerga y Fierro Editores (donde aparecieron o se rescataron libros básicos para la poesía moderna en lengua española, de uno y otro lado del océano), promotor y alma de diversas actividades culturales, “solitario radical y pesimista de nación” (como dice Ángel Luis Prieto de Paula), y “ermitaño de la poesía”, de la que hizo su vida, en palabras de Javier Lostalé. La de nuestra lengua tiene con él una de esas deudas que no pueden pagarse; este dossier de El Alambique no pretende de ningún modo saldarla (lo que sería, repetimos, imposible), sino únicamente rendirles, a él y a su trabajo, un merecido homenaje de admiración y reconocimiento.
El Alambique