Queridos amigos:
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ver si consigo hoy sortear el alambicado discurso en que suelen enredarse mis palabras cada vez que se acerca el momento de levantar la copa ante vosotros en este afectuoso simulacro de celebración.
Los verdaderos poetas intuyen la causa de las cosas. Saben que la realidad no es más que un cúmulo de constantes y compartidos deseos. Solidarios Narcisos veteranos, alertan del peligroso espejo de las fuentes a las que todos en algún momento nos acercaremos a beber.
Es gracias a la honradez de sus valientes autorretratos como la humanidad avanza.
Vivir en plenitud supone ser consciente de la misteriosa naturaleza que hace girar el mundo. Cómplices imprescindibles de su futuro diseño, ojalá podamos sentirnos orgullosos el día en que tengamos que despedirnos de él.
Agustín Porras